Continúa la investigación hacia los agresores de la congresista Chirinos

El pasado domingo 4 de agosto en “La Noche de Barranco” los congresistas: Patricia Chirinos y Luis Aragón fueron agredidos, tanto física como verbalmente por las personas que se encontraban en el bar.

Rodrigo Flores Consiglieri, quien se destacó por gritar y lanzar insultos a la congresista Chirinos, ya había tenido antecedentes en donde habría infringido la ley. En 2015 fue detenido por la Policía Nacional por manejar en estado de ebriedad, según registros oficiales. La empresa Pangea, donde el agresor trabaja actualmente ha prometido que la controversia que ha envuelto a su empleado se tratará con la seriedad del caso.

Alexandra Bianchi, quien cobardemente optó por desaparecer de las redes sociales, eliminando las publicaciones que aparecían en su cuenta, y el profesor Sandro Calderón Castillo del Colegio Markham, también están implicados en el escándalo. El periodista Marco Sifuentes reveló un dato sorprendente que, durante la noche del ataque, un vaso de vidrio lleno de cerveza fue lanzado peligrosamente cerca de la cabeza de Chirinos, un acto que pudo convertirse en tragedia.

César Vignolo, colaborador de EXPRESO, mencionó que las acciones de estos individuos podrían encajar en varios artículos del Código Penal, instando al Ministerio Público a abrir una investigación exhaustiva.El abogado Wilber Medina ha denunciado que el ataque muestra claros indicios de discriminación y violencia, mientras que tanto la Defensoría del Pueblo como el Ministerio de la Mujer han condenado el violento incidente con firmeza.

La congresista Patricia Chirinos ha descrito un momento aterrador en el que el vaso explotó a centímetros de su rostro, destacando la peligrosa cercanía del ataque. Mientras La Noche de Barranco entrega los videos que capturan el caos, las autoridades denunciaron enérgicamente los actos ocurridos. Tenemos que dejar algo en claro y es que más allá de tener discrepancias sobre su desempeño como congresista, hay límites para expresar nuestra disconformidad. No se puede poner como excusa, la libertad de expresión para dar paso a la agresión.